Prótesis Peneana
En casos bien seleccionados y cuando otras alternativas de tratamiento han fallado, el implante de prótesis peneana es una excelente solución que permite recuperar la vida sexual con un alto grado de satisfacción para el paciente y su pareja.
La cirugía de implante de prótesis peneana está indicada en el tratamiento de las disfunciones de la erección cuando otras alternativas resultan ineficaces o no aplicables.
Esta cirugía consiste en el implante dentro del pene de un dispositivo de goma de silicona biocompatible que es capaz de brindar al pene la rigidez necesaria para una penetración sexual normal. Estos dispositivos se implantan internamente y no afectan el aspecto normal del pene.
Existen 2 tipos básicos de prótesis. La elección dependerá de las preferencias de cada paciente, así como de la recomendación del médico según las necesidades específicas de cada caso:
Prótesis Semirrigida (dos sub tipos, maleable y articulada)
La prótesis semirrígida de pene consiste en dos tubos de silicona que llevan una estructura de alambres trenzados en su interior. Este tipo de prótesis es siempre rígido, pero su estructura flexible permite diferentes posiciones para que no sea visible en situaciones cotidianas.
Es ideal para personas con menor destreza manual, ya que requiere menos manipulación y entrenamiento que las prótesis hidráulicas.
Prótesis Hidráulica (dos sub tipos, 3 piezas y 2 piezas)
Hidráulica de una pieza
Esta prótesis hidráulica de pene consiste en dos cilindros que se insertan en los cuerpos cavernosos del pene. En las de una pieza, los cilindros llevan una sustancia salina estéril que produce la rigidez cuando es requerida para la penetración.
De dos piezas
En el caso de las prótesis hidráulicas de dos piezas, los tubos van conectados a un aparato de bombeo manual que se sitúa en el escroto, entre los testículos y que puede ser manipulado por el paciente para producir una mayor rigidez.
De tres piezas
La prótesis de tres piezas es similar a la de dos piezas, pero contiene, además, un reservorio lleno de solución salina estéril. Mediante un sistema de bombeo activado por el propio paciente, el líquido fluye hacia los cilindros y la prótesis adquiere la rigidez necesaria para la penetración.